T i n t a. . . A g u a d a.
Texto, ideas formales y dibujos: jorgesihuaymaraví
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Se afirma constantemente que el
dibujo en arquitectura, no tiene finalidad en sí mismo, es por ello que no
tendría sentido dedicarle mucho tiempo o ser muy complicado o mortificante para
una expresión de información gráfica o de ideas formales para arquitectura. El
dibujo en los arquitectos es un medio que permite enunciar ideas de formas de manera fácil, placentera y fluida, para ello contamos con muchas técnicas según nuestras preferencias y sobre todo el dominio que se pueda tener de ellas. Hoy nos dedicamos a
una técnica más de esa locución del arte arquitectónico y son las aguadas.
La técnica de tinta aguada, es
una de las técnicas de expresión gráfica que también es usada con bastante
frecuencia por los arquitectos por su relativa facilidad de uso y rápida ejecución
en expresiones gráficas cromáticas, que
permiten pigmentaciones de superficies y que dan cuerpo a los elementos de la
composición expresiva a diferencia de aquellas que se realizan mediante líneas
solamente, pues generalmente es usada en un solo color de tinta y su
valorización es expresada en función a los diferentes tonos que se pueden
lograr diluyéndola con agua. La complejidad de esta técnica la podemos ubicar
como previa a la ejecución de acuarelas que se consideran como la que requieren
mayor dominio debido a que su ejecución no admite enmendaduras ni cambios en
coloraciones y tonalidades, así igual,
las acuarelas requieren matices de colores que permiten expresar ese misterio
colorativo de la realidad natural. En cambio las aguadas se basan en la
búsqueda de efectos de luces y sombras, contrastes y volúmenes sólo usando la
escala de tonalidades que se pueden dar en el adelgazamiento con el agua y las
transparencias entre dichos tonos. Pero como todas, es una técnica que requiere
desde el primer momento tener contacto
con los materiales, experimentar sin
temor a fallar, dedicarle tiempo y sobre todo mucha pasión porque al final y progresivamente
brinda satisfacciones insospechadas. Decía que su versatilidad para nosotros
los arquitectos es fabulosa por permitirnos lograr expresiones en volumen y con
los contrastes necesarios de luces y sombras. Los trazos previos del dibujo se pueden hacer con un lápiz tenue, con boligrafos delgados de tinta no diluibles en agua o también según la destreza o experiencia directamente con un pincel delgado. En estos efectos es conveniente
recordar desde el principio dejar partes blancas de la cartulina para los
efectos de mayor luz o luminosidad. No está de más recordar en este comentario
que se hace sobre esta técnica, que la calidad del pigmento, como la del
soporte son fundamentales en el logro final de la expresión. La tinta debe
favorecer a ser diluida homogéneamente sin dejar grumos y el soporte un
material que no permita fácilmente la absorción de la humedad o en todo caso
que permita que ésta sea homogénea y así evitamos veteados. Finalmente se
notará con la práctica que es factible aprovechar de los distintos efectos que
se pueden suscitar al pintar para sacarles provecho en percepciones agradables.
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